miércoles, 22 de abril de 2009

guardo el viento en esta nota

Aquí adentro -¿afuera?- en una de la terrazas de la Vasconcelos, leo los Diarios Indios de Chantal Maillard. Surge, entonces, la frase: "la mirada que se desborda..." y como gesto natural alzo la vista y la dejo expanderse al tamaño de la tarde, tarde nublada por cierto, que deja entrever una ligera lluvia. Me pregunto; ¿Acaso veo las gotas, o es tan solo el sonido inconfundible de la lluvia el que me hace sentir, que las veo?
Siento, tambien una ligera corriente de aire que enreda un poco mi cabello, ahora una corriente más intensa alebresta las notas que voy escribiendo conforme leo. Aun tengo que ir a clase de Ingles, la tarde no obstante se siente intensa, no hay cansancio. El viento se ha llevado ya un poco de mí; quedo un poco más ligero.

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