viernes, 17 de octubre de 2008

espera

Espero y son las diez de la mañana. Mañana fría, lluviosa. Sentado en la explanada de la facultad veo pasar. Sentado veo a los otros; geografías lejanas, inciertas. Surge Ella, su porte siempre pausado, su ritmo lento. Hoy no hay nerviosismo, ni ganas de hablar ni nada, marasmo más bien. El silencio esta vez no pesa, dejo que la situación siga, no intento retenerla, no hay por qué. Se va . Sigo viendo. La gente ya es solo un espacio ausente. Pablo Fernández dice que la espera es lo más transparente que poseemos (Pablo, ultimamente tanto), esta mañana lo creo y lo siento; una transparencia que permite incursionar en los otros para al final, encerrarse en uno. Esperando después de Ella, surge una frase; "No hago nada, es cierto. Pero veo pasar las horas -lo cual vale más que tratar de llenarlas". Cioran siempre tan claro, tan triste.

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